Publicado por: Carlos García.
Tiempo aproximado de lectura: 6-7 minutos.
Poner el precio adecuado desde el primer día es la diferencia entre vender rápido y “quemar” el anuncio. El mercado premia a los inmuebles que salen bien valuados: reciben más visitas, más ofertas y menos regateo.
Tip: define un rango de mercado con comparables recientes, ajusta por m², estado y atributos (garajes, piso, vista), publica con precio competitivo y revisa señales (visitas, consultas) en las primeras 2 semanas.
Pasos esenciales en 30 segundos
Reúne ventas y listados comparables de tu zona (3–6 meses).
Calcula precio por m² y ajusta por estado, antigüedad y atributos.
Define rango objetivo (mínimo aceptable y precio de salida).
Publica con fotos de alta calidad y título claro.
Si no hay tracción en 14 días, ajusta 3–5% o mejora el anuncio.
1) ¿Qué es “precio correcto” y por qué importa?
No es un número fijo, es un rango razonable donde compradores comparan alternativas similares. Un precio correcto:
Maximiza visitas en la primera quincena (la ventana más caliente).
Reduce objeciones y la necesidad de grandes descuentos.
Acelera el cierre porque transmite seriedad y conocimiento del mercado.
Poner un precio alto “para negociar” suele tener el efecto contrario: menos visitas, más tiempo publicado y, al final, rebajas mayores.
2) Cómo calcular el precio: método práctico en 7 pasos
Paso 1 — Reúne comparables válidos
Busca inmuebles del mismo tipo y zona, con estrato y metraje semejantes, transados o listados en los últimos 3–6 meses. Evita comparar con anuncios antiguos o con productos muy distintos (apartaestudios vs. familiares, sin ascensor vs. con ascensor, etc.).
Paso 2 — Normaliza por m²
Trabaja con m² privados/constuidos consistentes. Saca el rango por m² de comparables y aplícalo a tu área. Ej.: si el rango del sector es 4,2–4,6 millones/m² y tu hogar tiene 85 m², el rango base sería 357–391 millones.
Paso 3 — Ajusta por atributos clave
Aplica ajustes razonables (orientativos) según oferta local:
Estado/renovación: cocina/baños actualizados (+2% a +6%); pendientes visibles (–3% a –7%).
Piso y vista: pisos altos con vista despejada (+2% a +5%); primer piso sin balcón (–2% a –4%).
Parqueadero y depósito: cada parqueadero adicional puede sumar (+2% a +4%) según escasez; depósito (+1% aprox.).
Zonas comunes/ascensor: edificios sin ascensor suelen descontar (–5% a –10%) frente a similares con ascensor.
Antigüedad: remodelaciones integrales compensan edad; inmuebles muy nuevos con acabados básicos no siempre superan a usados bien renovados.
Paso 4 — Lee la demanda del micro-mercado
Observa cuántas unidades similares hay publicadas, días en mercado y ritmo de ventas. Si la oferta es abundante, tu precio debe ubicarse competitivo dentro del rango para destacar.
Paso 5 — Proyecta costos de venta
Ten a la vista gastos (retención en la fuente, notariales, certificaciones, administración al día). No fijes precio solo por lo que necesitas “netear”; el mercado no paga deudas personales, paga valor.
Paso 6 — Define tu rango y tu estrategia
Establece tres cifras:
Mínimo aceptable (walk-away).
Rango objetivo (donde esperas cerrar).
Precio de salida (ligeramente por encima, pero dentro del rango de búsqueda real).
Ejemplo: objetivo 425–435 M; salida 439 M; mínimo 420–425 M.
Paso 7 — Presentación y formato del precio
Evita cifras “extrañas”. Umbrales como 399, 449, 499 M suelen aparecer en filtros y generan más clics que 402 o 451. Asegura fotos luminosas, plano (si lo tienes) y descripción clara que justifique el valor.
3) Errores comunes que frenan la venta (y cómo evitarlos)
Sobreprecio por emoción o deuda. El apego sube el precio en tu mente, no en el mercado. Apóyate en datos y comparables.
“Probar alto y bajar después”. A los 30–45 días el anuncio pierde novedad; terminarás bajando más.
Ignorar el estado: goteos, bombillos, siliconas ennegrecidas. El comprador descuenta mentalmente cada detalle.
Comparar peras con manzanas: sin ascensor vs. con ascensor, sin garaje vs. con garaje, zonas comunes muy diferentes.
No reaccionar a las señales: si en 2 semanas no hay visitas, el precio o la presentación no conectan.
4) Cómo proteger tu precio sin “tirarlo”
Incentivos inteligentes: ofrece asumir una parte de notariales, incluir electrodomésticos clave o entregar con cortinas/blackouts.
Flexibilidad en cierre: fechas y formas de pago razonables facilitan decidir sin tocar la cifra.
Transparencia documental: certificado de tradición reciente, paz y salvos y recibos al día reducen incertidumbre.
Puesta en escena: la mejor defensa del precio es un inmueble que se siente “listo para vivir”.
Calificación de interesados: prioriza compradores con financiación preaprobada o recursos disponibles.
5) ¿No hay tracción? Plan de ajuste en 14 días
0–1 visita en 14 días: revisa fotos/título y ajusta precio 3–5%.
Muchas consultas, pocas visitas: mejora presentación del anuncio (video, plano, más claridad).
Visitas pero sin ofertas: recoge feedback y corrige objeciones (luz, olores, pequeños arreglos).
Competencia nueva en tu edificio/sector: vuelve a mirar comparables y reposición en portales.
Preguntas frecuentes
¿Cómo sé si mi propiedad está sobrevalorada?
Señales típicas: pocas visitas en 2 semanas, muchas consultas sin agendar, y comparables similares cerrando por menos. Ajusta 3–5% y mejora presentación.
¿Es mejor listar alto para “dejar espacio a la negociación”?
No. Suele reducir visitas y alargar tiempos. Un precio correcto genera competencia entre compradores y protege tu valor.
¿Cuánto tiempo debería esperar antes de ajustar el precio?
Evalúa a los 14 días. Si no hay visitas u ofertas, corrige rápidamente para aprovechar la ventana de novedad.
¿Conviene pagar un avalúo comercial?
Sí, especialmente si hay diferencias fuertes entre comparables o si necesitas justificar precio ante compradores o entidades financieras.
Comentario final
Fijar el precio correcto desde el inicio alinea datos de mercado, atributos reales y expectativas. Con un rango bien definido, presentación impecable y capacidad de reacción en la primera quincena, aumentas visitas, reduces regateo y aceleras el cierre sin regalar tu propiedad.